Hoy es la cuna, el lecho de todo. Y todo es el resultado de un acto de amor primero, y otros muchos consecutivos actos de amor.
"Sí, sí, quiero comprender mi lengua, quiero descomponerla en
morfemas, fonemas, jugar con la sintaxis, leer todo lo que pueda y soñar con
leer más: llorar la muerte con Manrique, cantar al amor con Bécquer, enloquecer
con don Quijote y emborracharme con don Máximo. Y luego quiero vivir en
Londres, en Edimburgo o en donde sea, hablar de mi lengua, de mi literatura, de
mi cultura, de mi vida, de mí, en inglés, en alemán, en árabe, transmitirla a
toda la gente que conozca, propagarla por el mundo, que vuele, que caiga en
diferentes tierras, una suerte de semilla de letras, y que florezca, que
florezca después: más letras, más cuentos, más tildes, más versos.
Y ahora lo estoy haciendo. En jerga universitaria
soy una proto-filóloga. No, filósofa no, filóloga. Un proyecto de filóloga. Al
igual que antes existía una proto-lengua que era el paso antes de llegar al
español, al italiano, al francés: yo estoy cruzando el puente que me llevará a
ser mensajera de nuestra cultura. Ahora estoy formándome: luego yo formaré a
otros muchos para que este maravilloso legado que tenemos siga pasando de mano
en mano, de boca en boca. Pero qué responsabilidad ser portadora de este
pequeño país de las maravillas, que encierra desde el hasta el Qué
responsabilidad pero qué ganas de ir aumentando esa carga, ese don.
Así que soy proto-filóloga. Pero no es solo eso:
soy proto-mundo. Un proyecto de mundo rebosante de cultura que existirá. Lo
mejor es eso. Que existirá y será gracias a nosotros: los filólogos".
Escrito por una estudiante de Filología española
**
Mamá, papá, ¡quiero estudiar Letras! Quiero estudiar Letras con mayúsculas. Quiero vivir por y para las Letras, quiero ser la filí (amiga) del lógos (palabra), quiero analizarla, quiero que esté ahí los días de lluvia, y que me acompañe en los días felices. Quiero jugar con ella, hacer châteaux en France, quiero llorar como una magdalena por culpa de Proust y sus dulces recuerdos involuntarios, quiero asignar a la melancolía dichosa (en el doble sentido... polisemia se llama) el spleen que debió salir tantas y tantas veces de los labios de Baudelaire...
Quiero muchos complementos directos o l´approche nominale, para pasar toda mi vida sumergida en el motivo de la búsqueda, de la quête... à la recherche... no del tiempo perdido sino de lo que queda por decir.
En este conmemorar un nacer, es decir, un renacer, deseo incluir música francesa de una cantante maravillosa: Patricia Kaas.
En segundo lugar, mi himno de vida con el gorrión de París y su Non, je ne regrette rien, No me arrepiento de nada.
Y por último, continuando con Edith, L´Hymne a l´amour, El Himno al Amor. Porque es el Amor la razón más poderosa para vivir un nuevo día.
Celebro el principio de mi vida, porque mi vida comienza hoy conmigo y con quien desee sostener mi mano siempre.
Dieu reuni ceux qui s´aiment
Dios reúne a quienes se aman