Vamos, amigos, de puente en puente hacia la vida, un sí compartido de lo genuino en sus ansias.
Mis amigos hacen el mundo, lo han roto, lo llenan de vida.
Quiénes sino los amigos
han abierto el fruto,
lo han sembrado,
lo han recogido.
Quiénes sino los amigos abren lo mío y comen mi herida.
No hay llanto, hay albor que me espera, me alimenta, me cuida, me ríe.
Hay andar en reconocimiento, equivocarse, perdonar y pedir perdón.
Hay quien me da su mano y su mano es mía.
Es difícil este tiempo del mundo en que todo parece desmoronarse. Esto también pasará.
Los amigos son pocos, pero allí están, con toda su incondicionalidad en los ojos y en las manos. Incondicionalidad que quizás sólo podría parangonarse a la de un padre y una madre.
Aún vuelo y concibo y camino dándome, llegándome sabiéndome vacía
aunque llenándome de mi pan, que es Francia,
Francia es ese lugar que recoge mis emociones y mis silencios,
Francia es mi único alimento: lo que permanece y me sobrevivirá.
*
Paul Éluard (Poeta surrealista francés)
Para vivir aquí
Yo hice un fuego, el azur me había abandonado,
un fuego para ser su amigo,
un fuego para introducirme en la noche invernal,
un fuego para vivir mejor;
Yo le di aquello que el día me había dado:
los bosques, las zarzas, los campos de trigo, las viñas,
los nidos y sus pájaros, las casas y sus llaves,
los insectos, las flores, las hormigas, las fiestas.
Yo viví al solo ruido de sus llamas crepitantes,
al perfume de su calor;
yo era como un barco navegando en un agua cerrada,
como un muerto yo no tenía más que un único elemento.
Yo hice un fuego, el azur me había abandonado,
un fuego para ser su amigo,
un fuego para introducirme en la noche invernal,
un fuego para vivir mejor;
Yo le di aquello que el día me había dado:
los bosques, las zarzas, los campos de trigo, las viñas,
los nidos y sus pájaros, las casas y sus llaves,
los insectos, las flores, las hormigas, las fiestas.
Yo viví al solo ruido de sus llamas crepitantes,
al perfume de su calor;
yo era como un barco navegando en un agua cerrada,
como un muerto yo no tenía más que un único elemento.
*
Les Enfoirés
L´Amitié
(La amistad)
Hay entre dos criaturas, entre dos silencios, entre dos piedras, una distancia, un ojo oscuro y un relámpago. El universo viaja muy adentro de sí mismo y se proyecta en nosotros como un sueño.
Hay entre dos criaturas un soplo, un fuego que arde hacia el interior, una caricia que jamás se logra, un miedo que se asusta a sí mismo, un manicomio repleto, una vida que quisiera inventarse.
Hay entre dos criaturas una hoja seca, un pez de cristal, una columna de hormigas de oro, una canción sin voz, un secreto que no les pertenece.
Efraim Medina Reyes
A mis amigos, a mis afectos que se encuentran ya en el pasado, a los del presente que están sosteniendo mis pasos, y a los afectos que ya no estarán más.
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