sábado, 19 de noviembre de 2011

Un recuerdo atemporal: la Osita durmiendo, Julio Cortázar y Carol Dunlop

Presumo que un buen explorador tiende a despertarse al alba a fin de efectuar las diversas observaciones científicas correspondientes al día que se inicia. Debe ser por eso que también yo me despierto casi siempre muy temprano, me quedo agradablemente en la casa y me dedico a estudiar un tema jamás tratado por Vespucio, Cook o el comandante Cousteau, en otras palabras la manera de dormir de la Osita.

Esta manera de dormir es acaso la de todas las ositas, cosa que me sería imposible verificar, razón por la cual me cuidaré de generalizaciones imprudentes. En el caso de la Osita su sueño pasa por dos etapas principales, la primera de las cuales no tiene nada de extraordinaria, es decir que la Osita busca la posición más cómoda y agradable, se arropa de acuerdo con la temperatura ambiente, y durante gran parte de la noche duerme con gran naturalidad, casi nunca boca arriba y casi siempre boca abajo, con intermedios laterales que nunca duran demasiado pero que ceden a las otras posiciones sin esfuerzo alguno y después de suaves desplazamientos que muestran lo profundo y agradable de su sueño.


Cuando llega el alba, o sea el momento en que tiendo a despertarme del todo, pues las observaciones anteriores las he hecho sin demasiado rigor científico, advierto al poco tiempo que la Osita ha entrado en la segunda etapa de su sueño. Es aquí donde cabe preguntarse si esta manera de dormir es propia de ella o si abarca su entera especie, puesto que se trata de un comportamiento bastante insólito y hasta extraordinario, y que consiste en las continuas tentativas que hace la Osita dormida para convertirse en un paquete, lío, bulto, o atado, que de todo tiene, gracias a un sistema de movimientos, gestos, tirones, tracciones y enredos que progresivamente la van envolviendo en las sábanas hasta convertirla en un gran capullo blanco, rosa, o azul con listas amarillas según el caso, al punto de que un cuarto de hora después de iniciada esta metamorfosis del amanecer que siempre contemplo estupefacto, la Osita desaparece en una atorbellinada confusión de sábanas que, dicho sea de paso, van desapareciendo al mismo tiempo, de mi lado de la cama, pues nadie podría imaginar la fuerza que despliega la Osita para ir atrayéndolas hasta conseguir involucrarse enteramente en ellas y por fin quedarse quieta después de una última serie de evoluciones que completan la crisálida y la felicidad evidente de su ocupante.

Apoyándome con un codo en el colchón, que es lo último que queda, contemplo enternecido a la Osita y me pregunto a qué profunda necesidad de retorno uterino o algo así responde su empecinado trabajo de cada amanecer. Sé muy bien (porque al principio no lo sabía y tuve miedo) que nada de eso me rechaza, pues me basta rozar con un dedo el paquetito tibio a mi lado para que de sus profundidades emerja un suavísimo gruñido de satisfacción. El misterio es total, como se ve, porque la Osita está contenta de sentirme a su lado y a la vez se refugia en un claustro al que yo no podría llegar sin destruir su preciosa penumbra, su temperatura íntima, y algo en ella lo sabe y lo defiende desde el alba hasta el despertar definitivo. Alguna vez —ya no— hice la prueba de desenvolverla lo más suavemente posible del capullo, porque tenía miedo de que se ahogara con las sábanas enredadas y las confusas almohadas, y supe lo que significaba separar sus manos de los nudos, lazos y otros flecos que hacían las sábanas entre sus dedos. De manera que ahora me limito a mirarla dormir en su efímera y sin duda atávica hibernación y espero que se despierte sola, que empiece a desenredarse poco a poco, a sacar una mano, un chorrito de pelo, un culito o un pie, y que después me mire como si no hubiera pasado nada, como si las sábanas no fueran un gran remolino en torno a ella, la crisálida rota de donde asoma mi nuevo día, mi razón para vivir un nuevo día.
 
Los autonautas de la cosmopista o Un viaje atemporal París – Marsella

Julio Cortázar y Carol Dunlop

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Este libro ha llegado a mí AHORA, justo AHORA; si bien he leído a Cortázar copiosamente, ha sido hace un pequeño tiempo que este libro llegó a mí; y HOY, sólo HOY, justo HOY, debían mis ojos llegar hasta este fragmento inmensamente maravilloso que se encuentra hacia el final del libro, y hacia el final de un amor, de un inconmensurable amor entre Cortázar y Dunlop - llamada por él: la Osita-. 

Pero todo final es un principio. Y celebro el principio de mi vida. 
Porque mi vida comienza HOY conmigo 
y con quien desea sostener mi mano siempre.

Edith Piaf
Himno al Amor



Dieu reuni ceux qui s´aiment

Dios reúne a quienes se aman

viernes, 18 de noviembre de 2011

La vida es este tender las manos

Cet amour
Si violent
Si fragile
Si tendre
Si désespéré
Cet amour
Beau comme le jour
Et mauvais comme le temps
Quand le temps est mauvais
Cet amour si vrai
Cet amour si beau
Si heureux
Si joyeux
Et si dérisoire
Tremblant de peur comme un enfant dans le noir
Et si sûr de lui
Comme un homme tranquille au milieu de la nuit
Cet amour qui faisait peur aux autres
Qui les faisait parler
Qui les faisait blémir
Cet amour guetté
Parce que nous le guettions
Traqué blessé piétiné achevé nié oublié
Parce que nous l'avons traqué blessé piétiné achevé nié oublié
Cet amour tout entier
Si vivant encore
Et tout ensoleillé
C'est le tien
C'est le mien
Celui qui a été
Cette chose toujours nouvelles
Et qui n'a pas changé
Aussi vraie qu'une plante
Aussi tremblante qu'un oiseau
Aussi chaude aussi vivante que l'été


Nous pouvons tous les deux
Aller et revenir
Nous pouvons oublier
Et puis nous rendormir
Nous réveiller souffrir vieillir
Nous endormir encore
Rêver à la mort
Nous éveiller sourire et rire
Et rajeunir
Notre amour reste là
Têtu comme une bourrique
Vivant comme le désir
Cruel comme la mémoire
Bête comme les regrets
Tendre comme le souvenir
Froid comme le marbre
Beau comme le jour
Fragile comme un enfant
Il nous regarde en souriant
Et il nous parle sans rien dire
Et moi j'écoute en tremblant
Et je crie
Je crie pour toi
Je crie pour moi
Je te supplie
Pour toi pour moi et pour tous ceux qui s'aiment
Et qui se sont aimés
Oui je lui crie
Pour toi pour moi et pour tous les autres
Que je ne connais pas
Reste là
Là où tu es
Là où tu étais autrefois
Reste là
Ne bouge pas
Ne t'en va pas
Nous qui sommes aimés
Nous t'avons oublié
Toi ne nous oublie pas
Nous n'avions que toi sur la terre
Ne nous laisse pas devenir froids
Beaucoup plus loin toujours
Et n'importe où
Donne-nous signe de vie
Beaucoup plus tard au coin d'un bois
Dans la forêt de la mémoire
Surgis soudain
Tends-nous la main
Et sauve-nous.

Cet amour 
Jacques Prévert

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Cet amour
Serge Reggiani






Este amor
Tan violento
Tan frágil
Tan tierno
Tan desesperado
Este amor
Bello como el día
Y malo como el tiempo
Cuando hace mal tiempo
Este amor tan verdadero
Este amor tan hermoso
Tan feliz
Tan alegre
Y tan irrisorio
Temblando de miedo como un niño en la oscuridad
Y tan seguro de sí mismo
Como un hombre tranquilo en medio de la noche
Este amor que daba miedo a los otros
Que les hacía hablar
Que los hacía palidecer
Este amor acechado
Porque lo acechábamos
Acosado herido pisoteado rematado negado olvidado
Porque lo acosamos herimos pisoteamos rematamos negamos olvidamos
Este amor íntegro
Tan vivo aún
Y soleado
Es el tuyo
Es el mío
Ese que ha sido
Ese algo siempre nuevo
Y que no ha cambiado
Tan verdadero como una planta
Tan tembloroso como un pájaro
Tan cálido tan vivo como el verano

 
Juntos podemos los dos
Ir y venir
Podemos olvidar
Y después volvernos a dormir
Despertarnos envejecer sufrir
Volvernos a dormir
Soñar con la muerte
Despertarnos sonreír y reír
Y rejuvenecer
Nuestro amor sigue allí
Empecinado como un borrico
Vivo como el deseo
Cruel como la memoria
Ridículo como los arrepentimientos
Tierno como los recuerdos
Frío como el mármol
Hermoso como el día
Frágil como un niño
Nuestro amor nos mira sonriendo
Nos habla sin decir nada
Y yo lo escucho tembloroso
Y grito
Grito por ti
Grito por mí
Te suplico
Por ti por mí por todos los que se aman
Y los que se han amado
Sí le grito
Por ti por mí y por todos los demás
Que no conozco
Quédate
Allí donde estás
Donde estabas antes
Quédate
No te muevas
No te vayas
Nosotros los que somos amados
Te hemos olvidado
Pero tú no nos olvides
Sólo te teníamos a ti sobre la tierra
No dejes que nos volvamos fríos
Aunque sea cada vez desde más lejos
Y desde donde sea
Danos señales de vida
Mucho más tarde desde el rincón de un bosque
En la selva de la memoria
Surgiendo de repente
Tiéndenos la mano
Y sálvanos.

 Este amor
Jacques Prévert


Toi plus moi

lunes, 14 de noviembre de 2011

La rosa no tiene un por qué, florece por florecer

El amor sólo crece con amor

El amor necesita un ambiente amoroso, ésta es la cosa "fundamental" para recordar. Sólo en un ambiente amoroso crece el amor; necesita a su alrededor la misma clase de pulsación. Si la madre es amorosa, si el padre es amoroso, no sólo con el niño, si ellos se aman mutuamente, si el hogar tiene una atmósfera amorosa en la que fluye el amor, el niño empezará a funcionar como un ser-amor, y nunca hará la pregunta: ”¿Qué es el amor?”. Lo sabrá desde el comienzo mismo, se convertirá en su fundamento. 

Pero esto generalmente no ocurre. Y uno aprende de sus padres… sus disputas, sus conflictos. Las personas repiten. Las personas son imitadoras, el hombre es un mono. Eso se tiene que dejar a un lado. Sólo entonces sabrás lo que es el amor.

PRIMER PASO a dar:

Libérate de tus padres. Y no quiero decir con esto que irrespetes a tus padres, no. Tampoco quiero decir que te liberes de tus padres físicos, quiero decir que te liberes de las voces paternales internas, de tu programa interno, de tus grabaciones internas. Bórralas… y simplemente te sorprenderás de que si te liberas de tus padres en tu ser interior, quedas libre. 


SEGUNDO PASO esencial es:

La gente piensa que puede amar sólo cuando encuentran la persona que lo merece. ¡Tonterías! Nunca la encontrarás. La gente piensa que ellos amarán sólo cuando encuentren un hombre perfecto o una mujer perfecta. ¡Tonterías! Nunca lo encontrarás, porque la mujer perfecta y el hombre perfecto no existen.
 
Ama como una función natural, como si respiraras. Y cuando amas a una persona no empieces a demandar, de otra manera desde el comienzo mismo estás cerrando las puertas. No esperes nada. Si alguien llega a tu lado, siéntete agradecido. Si no llega nada, no es necesario que llegue, no hay necesidad de que llegue. No puedes esperarlo. 



Y LA TERCERA COSA ES:

En vez de pensar cómo obtener amor, empieza a dar. Si das, obtienes; no hay otra manera. Las personas están más interesadas en cómo conseguir y obtener. Todo el mundo está interesado en obtener, y nadie parece disfrutar dando. Las personas dan con reluctancia. Si alguna vez dan, lo hacen para obtener, y casi son como negociantes. Se regatea. Siempre están pendientes de obtener más de lo que dan; ése es un buen regateo, un buen negocio. ¡Pero el otro está haciendo también lo mismo!

El amor no es un negocio, así que deja de actuar como un negociante. De otra forma echarás a perder tu vida y el amor y todo lo que es hermoso en ello, porque todo lo que es hermoso no es en absoluto un negocio. La existencia no sabe de negocios. Los árboles florecen; ése no es un negocio; las estrellas brillan; ése no es un negocio y no tienes que pagar por él y nadie te demanda nada. Llega un pájaro y se queda en tu puerta y canta una canción; no te pedirá que des un certificado o algo así. Ha cantado su canción y luego, alegremente sale volando sin dejar rastro. Así es como crece el amor. Da, y no esperes a ver qué tanto puedes obtener.

 
Da, y da sin condición alguna, 
y sabrás qué es el amor.

Bhagwan Shree Rajneesh (Osho)

 
La bella imagen anterior dice mucho más que cualquier palabra que pueda agregar. 

Sólo me resta reafirmar la existencia del amor a través de las palabras tan acordes del poeta místico Ángel Silesio, puesto que son sus palabras las que dan título a esta entrada:

La rosa no tiene un por qué,
florece por florecer.

¡Eso -siento- es el amor... !

sábado, 12 de noviembre de 2011

Palabra como abrir paso en aleteos

Ella anuda hilos entre los hombres
y lleva de aquí para allá la mariposa profunda
ala del paisaje y del alma de un país, con su polen.

Ella hace sensible el clima de los días, con su color y su perfume
a su pesar, muchas veces, como bajo un destino.
Testimonio involuntario, ella,
de un cierto estado de espíritu, de un cierto estado de las cosas,
en que la circunstancia da su hálito.

Pero se dirige siempre a un testigo invisible,
jugando naturalmente con la tierra y el ángel,
el infinito a su lado y el presente en el confín.

Mas es el don absoluto, y la ternura,
ella que es también el término supremo y la última esencia
con las melodías de los sentidos y los símbolos y las visiones
y los latidos
para el encuentro en los abismos.

Mas tiene cargo de almas,
y es la comunicación,
el traspasado ser, "como se da una flor", en el nivel de los niños,
más allá de sí misma, en el olvido puro de ella misma.




Y no busca nunca, no, ella
espera, espera, toda desnuda, con la lámpara en la mano,
en el centro mismo de la noche.


Juan L. Ortiz


Ella, la palabra precisa, la comunicación a tiempo, 
la ternura desnuda, espera,
espera darse -como dice el poeta- más allá de sí misma.


miércoles, 9 de noviembre de 2011

Que la Magia sea

"El viernes 11.11.11 donde estés, en cualquier lugar… vas a ver este número en tu computadora, en el calendario, en el reloj de tu trabajo. Cuando cada uno vea el 11.11 se detendrá un momento y sentirá la conexión, habrá un recuerdo, una añoranza, un sentir… yo soy… yo recuerdo…
Ingresá en el silencio de tu corazón y dejate llevar… comenzarán a descender energías sincronizadas para la activación de tu memoria cósmica. Es el llamado a recordar la conexión que tenés con el universo. Los códigos de memoria grabados en tu ADN pulsarán la información, puede ser inmediata o llegar más tarde, sólo escucha el llamado y ve donde tu corazón te lleve.
Donde te encuentres a las 11 de la mañana, a las 11 de la noche, en cualquier momento del día, ahora el tiempo es circular, ingresá en el centro de tu corazón, hacé silencio por un momento, abrí el corazón como un loto de exquisitos pétalos multicolores y recibí las frecuencias de energía que están llegando desde el cosmos.
El 11.11 es de todos y para todos, en cualquier rincón del planeta. Ese momento es únicamente tuyo. Prepará dentro de tu corazón el espacio para recibir todo el amor del universo que se derramará sobre vos para tu propia reconexión.


¿Se abre un Portal? ¿Es importante saber si es portal o puerta? Creo que lo más importante es sentir e integrar dentro de nosotros la nueva conciencia. Un Portal es una franja de nuevas vibraciones que llegan al planeta, nosotros atravesamos esa franja y se impregna en nuestro campo energético esa vibración que comienza a modificar nuestro comportamiento llevándonos hacia la unidad. Es el pasaje de un estado de conciencia a otro, se corren los velos y podemos ver nuestra esencia. Un portal dimensional abre un vórtice de energías que unifica simultáneamente todas las realidades dimensionales.
Todo el planeta va a ser irradiado, todos los seres vivientes van a ser bañados por las nuevas frecuencias a partir del 11.11.
Como humanos hay una tarea que todos podemos hacer, estemos donde estemos, solos o en grupo, en estado de meditación o caminando por la calle: enfocar nuestro corazón en el Poder del Amor y desear que suceda la Magia.

El 11 de noviembre sucederá un evento nunca antes visto, miles y miles de seres humanos en todo el mundo estarán entrando en resonancia espiritual al mismo tiempo, en el mismo espacio sagrado de sus corazones. Esta resonancia generará una onda de amor y luz que moverá la conciencia colectiva hacia la Nueva Realidad de 5° dimensión.
Las energías que cada ser envíe se amplificarán en magnitud desde el Portal Sagrado del corazón, se generará un campo unificado de conciencia, todas las redes en todos los planos resonarán en la Gran Sinfonía del Universo. Nuestro amado planeta regresa al equilibrio. La luz y el amor abrazan la dualidad y nos hacemos Uno para regresar a la Fuente.
Después del 11 de noviembre comenzará el trabajo de integrar todo lo recibido, poco a poco veremos cómo la realidad cambia a nuestro alrededor.
Ahora somos los Trabajadores del Amor".
Extraido de la web


Ante la proximidad del día en el cual millones y millones de personas estaremos entrando en resonancia espiritual simultáneamente al escuchar nuestro corazón, es una necesidad -imperiosa, por cierto- que me lleva a pronunciar y desear lo siguiente:
Cuando nos sintamos, cuando reconozcamos nuestra esencia: ¡que los velos se corran! ¡que nuestro interior posibilite saber quién es quién! ¡que podamos sentir quién nos ama incondicionalmente y quién no nos ama o nos ama mal, es decir, no nos ama! 

¡Que haya justicia para que se sepa que los inocentes son realmente inocentes! ¡Que las personas afronten, que no miren para el costado, sea lo que sea! ¡Que las diferencias con los otros sean manifestadas, y no solamente manifestadas sino dichas a tiempo! ¡Que se apueste al diálogo, siempre!
¡Que escuchemos a los otros aún cuando nos dicen cosas que no desearíamos oír!

¡Que la sinceridad, la receptividad, la apertura sean valores en sí mismos, y no se los declame sino que se los practique!

¡Que los sentimientos sean defendidos a toda costa, que se luche por los sentimientos que nos enaltecen! ¡Que se luche por el Amor! ¡Que se lo defienda con el cuerpo, con el alma, con la vida y por la vida!

Y podría continuar hasta el Infinito, pero el Infinito está en cada uno de nosotros, lo cual nos permite continuar interiormente estos deseos que he comenzado. Sea. Que la Magia sea.


Esta respiración que se me besa con el mundo



Si pienso en ella, pienso en mí a su edad,
igual de apasionado.
Los amigos, me digo,
significaban todo.
Pero ahora los amigos se empiezan a morir de varias formas
y algunas muertes son irrevocables.


Mi hija no lo sabe
y espero que demore en enterarse.
Yo no le digo nada. Pongo un disco,
mientras la veo ajena,
hermosa y para siempre.


Jorge Fondebrider, Buenos Aires, 1956
Inédito

Linda Lemay 
Ceux que l'on met au monde 

 

lunes, 7 de noviembre de 2011

El nombre de la noche


La noche quiere oscurecer en tus ojos.

Y yo quiero estar como el día,


cuando el alba levante tus pestañas.


Omar Akram
Dancing with the wind
Bailando con el viento


domingo, 6 de noviembre de 2011

En los brazos de todos los abrazos

No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, 
a lo más alto de su vuelo: 
en lo más hondo, en lo más alto, 
nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, 
aunque sea jubiloso dolor, 
lo que pensándolo bien no tiene nada de raro, porque
nacer es una alegría que duele.


Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo,
que rompiéndonos nos junta
y perdiéndonos nos encuentra
y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman;
pero grande,
muy grande ha de ser,
si matándonos nos nace.

Eduardo Galeano

* Imágenes: Audrey Kawasaki


Giovanni Marradi
Marianne´s theme



Ante la sutileza de las imágenes, el sentimiento del texto 
y este video exquisitamente maravilloso,
me dejo llevar, y bailo, bailo, bailo, bailo, bailo...

sábado, 5 de noviembre de 2011

El más maravilloso de los encuentros

El más maravilloso de los encuentros es el de dos almas gemelas, en el que las cuestiones del cuerpo físico pasan a ocupar un nivel inferior. El calor de los ojos de los enamorados derrite la barrera que la carne impone y los deja pasar de lleno a la contemplación del alma. Alma que, al ser idéntica, reconoce la energía del compañero como propia.


El reconocimiento empieza en los centros receptores de energía del cuerpo humano: los chakras. Existen siete chakras. A cada uno le corresponde un sonido dentro de la escala musical y un color del arco iris. Cuando son activados por la energía proveniente del alma gemela, vibran a todo su potencial y producen un sonido. Obviamente, en el caso de las almas gemelas, cada chakra resuena y es, al mismo tiempo, el resonador del chakra de su compañero. Estos dos sonidos idénticos, armonizados, generan una sutil energía que circula por la espina dorsal, sube hasta el centro del cerebro y de ahí es lanzada hacia arriba, desde donde inmediatamente después cae convertida en una cortina de color que baña el aura de arriba abajo.

 

En el caso de las almas gemelas, la fusión entre ellas es total y a todos los niveles y ya no hay nada que la una no sepa, pues forman un solo ser. La recuperación de su estado original las hace conocedoras de la verdad. Cada uno ve en el rostro de su pareja los rostros que la otra ha tenido en las catorce mil vidas anteriores a su encuentro.

Laura Esquivel
De la ley del amor


*
La sincronicidad, la causalidad, todo eso sucede cuando se ha vuelto a encontrar al alma gemela, ese sentimiento de amor incondicional...
*
Cada pareja de almas gemelas tiene una misión, y sólo cuando la cumplan y cuando se liberen de las trancas emocionales lograrán estar juntas.
*
Toda alma puede vencer cualquier tranca. 
El amor es omnipotente.


De corazón a corazón, somos Amor, somos Uno.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Ya ves, cuando te fuiste, no sabías que me habías iluminado... Julio Cortázar y Carol Dunlop

Julio Cortázar, en 1982, emprende con su mujer, Carol Dunlop, quien tenía 30 años menos que él, un juego de treinta y tres maravillosos días fuera del tiempo, una interminable fiesta de la vida: un viaje de París a Marsella. La experiencia da lugar a un libro excepcional: Los autonautas de la cosmopista
 
 

Todas las mañanas se besan los labios y se ofrecen su alegría de enamorados. Jugos de naranjas mirándose y montañas de café. Con ese estado de ingravidez, la felicidad les sale por los ojos y la detienen escribiendo juntos. Terminan llenos de planes. Amarse todavía más intensamente.

"El misterio es total, como se ve, porque la Osita está contenta de sentirme a su lado y a la vez se refugia en un claustro al que yo no podría llegar sin destruir su preciosa penumbra, su temperatura íntima, y algo en ella lo sabe y lo defiende desde el alba hasta el despertar definitivo".
                                  
"Lo de la Osita viene de una antigua necesidad: casi nunca he aceptado el nombre-etiqueta de las cosas y creo que eso se refleja en mis libros, no veo por qué hay que tolerar invariablemente lo que nos viene de antes y de afuera, y así a los seres que amé y que amo les fui poniendo nombres que nacían de un encuentro, de un contacto entre claves secretas".

Al regreso, un mal que no es pasajero le arrebata a Carol su luz, su sonrisa, su entusiasta vivencia del sol y del mar. 
 
 
“Allí la Osita empezó a declinar, víctima de un mal que creíamos pasajero porque en ella la voluntad de la vida era más fuerte que todos los pronósticos, y yo compartía su coraje como siempre compartí su luz, su sonrisa, su enamorada vivencia del sol, del mar y de la esperanza en un futuro más hermoso.
Volvimos a París llenos de planes: terminar juntos el libro, vivir, vivir todavía más intensamente”.

Postscriptum de Julio Cortázar a Los autonautas de la cosmopista o Un viaje atemporal París – Marsella, escrito por Carol Dunlop y Julio Cortázar, 1982.


El 2 de noviembre de 1982 muere Carol.
Cortázar edita este libro, en una soledad agobiante. Dejándose doler, recuerda.
 
“Y después dormimos, Osita, y ya entrada la mañana seguías durmiendo y sólo a mí me fue dado ver el fin de la noche del paradero, el sol rasante en una cúpula naranja, que resbalaba entre las cortinas laterales para meterse con nosotros en la cama, empezar a jugar con tu pelo, con tus pestañas que siempre parecen más, que siempre parecen muchísimas más cuando estás dormida”.

Compagina las fotos. Y limpia los textos ya escritos. 
 
El Cortázar más triste: “No tengo planes y sólo pienso en terminar el libro que hicimos juntos Carol y yo, y que tengo que completar yo solo ahora. Se lo debo, quiero que salga, en este momento es mi única manera de seguir junto a ella, hablándole y escuchándola”. 
 
Subida a esas palabras, desde la muerte, ella, la Osita, busca abrigarlo. Julio murió de leucemia a los 69 años de edad, en 1984, en el Hospital Saint Lazare, después de diez días de cama, y dos años después del fallecimiento de Carol Dunlop. Dos días después, fue enterrado en el cementerio de Montparnasse, en la misma tumba donde yacía Carol.
 
Tumba de Julio Cortázar y Carol Dunlop en Montparnasse, París.


 
“…tu mano escribe, junto con la mía, estas últimas palabras en las que el dolor no es, no será nunca más fuerte que la vida que me enseñaste a vivir…”



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