lunes, 31 de octubre de 2011

No es fácil (de pronto un día en otra lluvia)

No es fácil cambiar de casa,
de costumbres, de amigos,
de lunes, de balcón.
Pequeños ritos que nos fueron
haciendo como somos...
Hay cosas que no arrastra el equipaje:
el cielo que levanta una persiana,
el olor a tabaco de un deseo,
los caminos trillados de nuestro corazón.
No es fácil deshacer las maletas un día
en otra lluvia,
cambiar sin más de luna,
de niebla, de periódico, de voces,
de ascensor.
Y salir a una calle que nunca has presentido,
con otros gorriones que ya
no te preguntan, otros gatos
que no saben tu nombre, otros besos
que no te ven venir.
No, no es fácil cambiar ahora de llaves.














Y mucho menos fácil,
ya sabes,
cambiar de amor.

Ángeles Mora

Richard Clayderman
A comme amour

domingo, 30 de octubre de 2011

La sustancia de las flores, Las Flores de París, Les Fleurs de Paris, Literatura Francesa

Una rosa, ya de por sí, es excesiva,
como varios platos superpuestos ante un mismo comensal.
Es excesivo llamar a una hija Rosa, ya que es quererla siempre desnuda,
o bien en traje de noche, como cuando enrojece bajo las arañas de cristal,
perfumada por muchos bailes, radiante, emocionada, húmeda,
cubierta de gotitas y con las mejillas como fuego;
coloreada lo mismo que un biscote tostado por el horno.
La hoja verde, el tallo verde con reflejos de caramelo y las espinas
—¡Santo Dios! ¡De aspecto muy distinto al caramelo!— de la rosa,
son de gran importancia para el carácter de ésta.



Esta sería la sustancia de las flores: una carne mezclada con sus ropajes,
como modelada toda ella de satén.
Cada una, a la vez vestido y muslo (seno y blusón, además)
se puede tomar entre dos dedos —¡en una palabra! tocar como tal;
acercar, alejar de la punta de su nariz; abandonar, olvidar y volver a tomar;
preparar, entreabrir, mirar— y marchitarse en la necesidad
de una sola equimosis terrible de la que ya no se levantará:
con acre valor efectúa una especie de vuelta a la hoja
—el amor emplea, en cada muchacha, por lo menos,
algunos meses hasta llevarlo a cabo…
¡Abiertas, al fin! 


Un levantamiento de tiernos escudos alrededor del pequeño montón,
de un polvo fino, más precioso que el oro.



Las rosas son, en una palabra, como las cosas en el horno.
El fuego de arriba las aspira, aspira la cosa
que se dirige hacia él (fíjense en los soufflés)…, quiere pegársele;
pero no puede avanzar más que hasta un cierto lugar:
entonces ella entreabre los labios y le envía sus emanaciones gaseosas,
que se inflaman…, así es como enrojece y ennegrece,
luego la cosa hecha humo y se inflama en el horno:
se produce como una eclosión en el horno y la Palabra no es más que…


Esta es, también, la razón por la que hay que regar las plantas,
ya que los principios húmedos, sobornados por el fuego,
arrastran a continuación suya los demás principios
de los vegetales hacia su elevación.
Con el mismo impulso, las flores entonces destapan
—definitivamente— su frasco.
Todas las formas de hacerse distinguir les son buenas.
Dotadas de una conmovedora enfermedad (parálisis de los miembros inferiores),
agitan sus pañuelos (perfumados)…
Ya que, para ellas, en verdad, para cada flor,
el resto del mundo parte incesantemente de viaje.


Francis Ponge
La palabra ahogada bajo las rosas

Oh, Les fleurs De Paris

sábado, 29 de octubre de 2011

Sobre la canción de amor, el Cantar de los Cantares, que me bese con los besos de su boca

Extracto de las palabras Sobre la canción de amor que NICK CAVE dijo el 25 de septiembre de 1999 en Viena acerca del modo en que el tema amoroso adquiere, cuando se lo transforma en canción, un estatuto religioso.
Tomados de la revista "Diario de Poesía", Junio a Octubre del 2009, N°78, traducción de Jaime Arrambide, Buenos Aires-Rosario. 

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"Si bien la canción de amor toma muchas formas -canciones de exultación y alabanza, canciones de rabia y desesperación, canciones eróticas, canciones de pérdida y abandono-, todas están dirigidas a Dios, pues la canción de amor habita en el atormentado reino de la nostalgia. 
Es como un aullido en el vacío, un pedido de Amor y de solaz, y está viva en los labios del niño que pide por su madre. Es la canción del amante que pide por su amada, el desvarío del suplicante lunático que implora a su Dios. Es el grito de alguien encadenado a la tierra, a las banalidades mundanas, que ansía volar, volar hacia la imaginación, la inspiración y la divinidad. Pues la canción de amor es la luz de Dios que se abre paso desde lo más profundo y estalla en nuestras heridas. 

Marc Chagall
:::::::


El "Cantar de los Cantares", quizás el mejor poema de amor jamás escrito, tuvo un impacto decisivo en mí. Su naturaleza abiertamente erótica, el viaje metafísico por el cuerpo de los amantes -los senos comparados con racimos de uvas y jóvenes venados, el cabello y los dientes comparados con rebaños de cabras y ovejas, piernas como columnas de mármol, el ombligo como copa, el vientre como una parva de trigo-, y su asombroso imaginario, nos disparan al mundo de la pura imaginación. Aunque los amantes están físicamente separados -Salomón queda excluido del jardín donde canta su amada-, la salvaje y obsesiva proyección de uno de los amantes sobre el otro los funde en un mismo ser, construidos con una serie de metáforas de arrebato amoroso".

Marc Chagall





La imagen del Jardín en el Cantar de los cantares es especialmente relevante. El jardín en esta obra literaria implica, por una parte, el lugar o refugio de los amantes, y por otra, el cuerpo de la mujer. Leemos en 4,12–5,1 que el Jardín es el jardín del amor, donde el amante entra y donde goza de los frutos, al mismo tiempo que se le identifica con el amado (4,16; 5,1):


4,16: Despierta, viento del norte; acércate, viento del sur; soplen sobre mi jardín, que exhale sus perfumes. Entre mi amado en su jardín, y coma sus frutos exquisitos.
 
5,1: He entrado en mi jardín, hermana y novia mía, he recogido mi mirra y mi bálsamo, he comido mi néctar con mi miel, he bebido mi vino con mi leche. Compañeros, coman y beban, embriáguense de amores. 

Marc Chagall
El Cantar de los Cantares, un bellísimo poema, es uno de los libros más conocidos de la Biblia y también de los más citados, sorprendentemente. Y digo sorprendentemente porque en el Cantar no aparece Dios ni una sola vez. Y sin embargo la literatura religiosa lo tiene por un libro muy rico, que históricamente ha aportado mucho a la reflexión espiritual. 

Los primeros versos del Cantar son: 


“¡Que me bese! / ¡Que me bese con los besos de su boca! / Más dulces que el vino son sus amores”. 

Las metáforas, símiles y figuras retóricas del Cantar son inagotables e insuperables. Dos de los más bonitos que he encontrado, por otra parte bien conocidos, son estos:  

“Tus pechos son como dos crías / mellizas de gacela / que pacen entre lirios”; y “tu ombligo es una ánfora redonda / donde no falta el vino aromático”.


Y nada más oportunamente sensible que escuchar una canción de amor.

Isabelle Boulay
Je sais ton nom
(Sé tu nombre)

miércoles, 26 de octubre de 2011

El paraíso posible, Le paradis possible

Himno de alabanza

¿Y por qué no he de cantar también yo un himno de alabanza,
aunque casi todos los que amé sean ahora igual que la hojarasca
que se arremolina alrededor del viento
y no puedan jactarse ni siquiera de poder arrojar su propia sombra?
 

Por todo lo perdido, ¿acaso contrariaste mi voluntad de dicha
o volví del revés los pasos que me habías señalado?
Si celebré con llanto mis bodas con la noche, ¿fue por seguir mi vocación de abismo
o porque me cubriste con sábanas de tinieblas cada día?
Para nadie la culpa ni para mí el castigo.


Fue solamente porque cayó una estrella
o porque se precipitaron bajo la luna errónea las mareas.
Es la misma señal, el mismo asombro con que sigo cayendo en la espesura,
aquí, desde tu mano.




¿Y no he de cantar por eso un himno de alabanza?
Yo agradezco estos ojos que se agrandan para ver tu escritura secreta en cada piedra:
esta boca con el sabor de "siempre", "tal vez" y "nunca más";
las manos y la piel donde arrojan su aliento los emisarios de territorios invisibles;
el perfume de la estación que pasa, su ráfaga hechicera ceñida a mi garganta,
y el reclamo insistente del sonido que atruena con el cuerno para las cacerías.


¡Ah sentidos, mis guardianes insomnes,
refugios instantáneos en un mundo improbable y sin fondo, como yo!


Desde lo más profundo de mi estupor y mi deslumbramiento yo te celebro,
cuerpo, suntuoso comensal en esta mesa de dones fugitivos,
a ti, protagonista de paso en cada historia del amor que no muere,
intermediario heroico en todas las batallas de la tierra y el cielo,
tú, mi costado de inevitable realidad,
delator de intemperies y fronteras, siempre bajo un puñal,
entre el relámpago de la tentación y el tajo de la herida.



A pesar de tu corazón irascible, yo te bendigo, mar, bestia obstinada:
en tu acechanza y en tu letanía pasa el relato del diluvio y mi risa infantil,
junto con ese cielo con que sueñas en cada una de tus olas,
en cada balanceo, como yo en el vaivén de mi respiración.


Guárdame en tu memoria como a un guijarro más,
como a un hueso perdido y a estos nombres escritos en la arena,
para velar contigo hasta el último día en el insomnio de la inmensidad.


Gracias te doy, hormiga, modelo de mis viajes en las exploraciones imposibles,
y a la torcaza por la incesante queja que acompañó mis lágrimas y duelos;
agradezco a la hierba la tierna protección para mis pies furtivos
y a ti, brizna en el viento, por todo el imprevisible porvenir;
bendita seas, sombra generosa, sumisa a tanto error y a tantas sombras,
y también tú, mi silla, guardiana infatigable frente a la espera y a la lejanía.


Yo te celebro, ráfaga, lluvia, enredadera,
murmullo enamorado del silencio que habita entre las piedras.


¿O no puedo cantar, amor, la noche de tu ausencia y el filo de tu espada?
¿Quién no lleva en la punta de su arpón una ballena blanca?

Olga Orozco, Toay, 1920 - Buenos Aires, 1999



domingo, 23 de octubre de 2011

Cuando la vida toda es una lluvia

Cuando sea viejo
no te apartaré de mí,
fríamente, amiga del alma,
ni tampoco me entristeceré
al recordar la apariencia
del descuidado y loco corazón
que el viento arrebató,
cuando sea viejo.

Cuando sea viejo

y la blanca brasa ardiente del fuego milagroso
al mundo parezca frío,
el deseo de mi alma que te supo entonces
cuando la vida toda es una lluvia,
la lluvia de los años; será esa hora
la que abra una flor para nosotros,
que nos abarque por entero, cuando seamos viejos.


Cuando sea viejo

si tú recuerdas
algún amor, conserva entonces
el fuego del hogar hasta el diciembre de la vida,
que la alegría de añejos y dulces cálices
sea la que te haga descubrir que:
«pocos milagros hay menos dulces
que el amor que te tengo
cuando soy viejo».

Ezra Pound (Hailey, EE UU, 1885-Venecia, Italia, 1972)

Angélique Ionatos
De tous les astres

El milagro al revés, Mar.i.posa

Mar . i . posa

 
"El secreto es no correr detrás de las mariposas... es cuidar el jardín para que ellas vengan hacia ti. 


A final de cuentas, vas a encontrar, no a quien estabas buscando, sino a quien estaba buscándote a ti".
Mário Quintana


miércoles, 19 de octubre de 2011

Protección del Arcángel San Miguel, es mi deseo para quien lo necesite

Hoy sentí que debía realizar una entrada en torno al Arcángel  San Miguel, porque buscando en la web imágenes de otro tema, causalmente llegaron a mí reiteradas imágenes de este Arcángel.


Supe de la existencia de este Arcángel a través de una persona que significa mucho para mí, y hoy, precisamente hoy, su imagen en reiteradas ocasiones vino a mí, lo supe: mi interior estaba necesitando de San Miguel:
quien como Dios venció y expulsó a Satanás del cielo, entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón. También el Dragón y sus Ángeles combatieron, pero no prevalecieron, y no hubo ya en el cielo lugar para ellos. Es el que representa la Justicia. Es el que atiende las súplicas de los que buscan justicia. Asimismo, está muy ligado a la creatividad; muchos solicitan su ayuda en los pleitos legales. 

LO QUE PODEMOS PEDIRLE: protección contra peligros físicos, robos, accidentes, atracos, secuestros, ayuda y valor para superarnos a nosotros mismos, fortalecimiento de nuestra fe y voluntad. Protección contra la fuerza de la oscuridad y todo tipo de maldad. Es apoyo cuando nos sentimos solos, tristes o necesitamos apoyo espiritual.

Con un absoluto respeto por quienes creen, sea la religión que sea, o por quienes creen en la energía del universo -como es mi caso- y sobretodo en el amor. El amor es energía y la energía es amor. SOMOS ENERGÍA, SOMOS AMOR.

Agradezco infinitamente a quien ha puesto al Arcángel en mi camino, a quien me lo ha hecho conocer y amar a través suyo, lo agradezco porque San Miguel me ha dado fuerzas y me protege, y espero y pido que lo haga con todo el que lo necesite, para ello esta entrada, la cual será vista por quien deba verla, como todo lo que llega a nuestro Ser.




Sólo el amor engendra la maravilla.

martes, 18 de octubre de 2011

No me dejes, no, Ne me quitte pas, especial poesía y música que desvelan

Soy también esta medalla que pierdo
como quien pierde una antigua suerte,
la llave de una puerta que abre lo que no existe,
Una cadena de finos karmas
que alguien cuelga al cuello del abandono
Soy este disfraz
y lo que transpira debajo de la voz
que me quita el sueño.
Soy esta piedra
que se me prende fuego
al fondo
lo que desbordó de mis vendas
de mis vasos con agua
el afán de retener una fe vencida,
soy el ruedo de lo hilvanado con error
soy sólo esta cara de la medalla,
su esperanza partida,
lo que cae siempre de un solo lado,
con su destino en vano hacia arriba,
en las alcantarillas, en los taxis, en el ansia
o en los viejos senderos del sin retorno


soy un nombre sobre la cicatriz de otro nombre
que eligió perderse, esa noche
u otra mañana,
casi por descuido
y ha sido esta medalla que perdí
como quien pierde un zapato un guante,
una memoria par que calza
en una vida anterior y breve.
Porque las dos fuimos parte de lo que se deja,
Pero ella ya no era parte de lo que se encuentra
ni yo parte de lo que alguien pierde...
No pudimos estar las dos en la misma dimensión de cosas.
No pude fundir el rostro joven
a la cruz de la anciana infancia
Cuando vuelva a aparecer
me devolverá el lugar de huérfana
recobrará sus iniciales,
y alguien me habrá dejado nuevamente.

Laura García del Castaño
(Córdoba, Argentina, 1979)


No me dejes, no 
(Ne me quitte pas) 
en la voz de Liliana Felipe, 
aunque el gorrión de París está en mí, ¡siempre!


Amor miedo muerte, miedo muerte amor, muerte amor miedo, poema de Alejandra Pizarnik y video, Árbol de Diana, imágenes de Brooke Shaden


dice que no sabe del miedo de la muerte del amor

 dice que tiene miedo de la muerte del amor

 
 dice que el amor es muerte es miedo

dice que la muerte es miedo es amor




dice que no sabe









Alejandra Pizarnik (Argentina 1936-1972)
Árbol de Diana
e imágenes de Brooke Shaden.



Micro sobre Árbol de Diana
de Alejandra Pizarnik




La maravilla 
o existir

domingo, 16 de octubre de 2011

Envejecer es no poder olvidar lo que se olvida, especial ternura osos, poesía, imágenes y video

Envejecer es no poder olvidar lo que se olvida. (…) Siempre pensé que las edades son todas crueles, y que se compensan o tendrían que compensarse las unas con las otras. ¿De qué me sirvió pensar de este modo? Espero una revelación. 


¿Por qué será que un árbol embellece envejeciendo? Y un hombre espera redimirse sólo con los despojos de la juventud. Nunca pensé que envejecer fuera el más arduo de los ejercicios, una suerte de acrobacia que es un peligro para el corazón. Todo disfraz repugna al que lo lleva. La vejez es un disfraz con aditamentos inútiles. Si los viejos parecen disfrazados, los niños también. Esas edades carecen de naturalidad. Nadie acepta ser viejo porque nadie sabe serlo, como un árbol o como una piedra preciosa.  

Soñaba con ser vieja para tener tiempo para muchas cosas. No quería ser joven, porque perdía el tiempo en amar solamente. Ahora pierdo más tiempo que nunca en amar, porque todo lo que hago lo hago doblemente. 




“espero sueñes con un osito entre tus brazos, son tan cariñosos-!!!”


 


El tiempo transcurrido nos arrincona; nos parece que lo que quedó atrás tiene más realidad para reducir el presente a un interesante precipicio. 

Silvina Ocampo
Los retratos apócrifos


Ésta es la ternura inolvidable de los osos...




No puedo olvidar, lo cual quiere decir que estoy envejeciendo.

Verbo Madre, en su Día, especial poesías día de la madre, imágenes y cortometraje

Dedicado a todas las madres, y en especial a la mía, que con su incondicionalidad en los ojos y las manos hace renacer el mundo.  

Te amo, Mamá.

*

Alumbramiento

vino de mí
salió del fondo
el médico aplaudía
yo vine con el mar en la barriga
como un intenso parasol
un mapamundi

yo era la esfera que rodó en la madrugada
de corazón latí como un caballo
lo digo así

es que la crin
me perfumó

el vientre se movía
como suelen moverse los rebaños
venía con mi molusco mi amapola
mi potranco
con mi gorrión redondo

yo no podré faltar jamás              me dije
a nuestra cita
así que estoy aquí
con esta fiesta
brincando por el talle

hice mi baile de rosas
mi aleteo
mugí como los barcos
el vientre daba vueltas

me esperaba
oculta en el carmín
donde el médico buscaba con su ceño

yo empujaba
el ventarrón del orbe en mi testuz
soplaba como un faro
Como los dioses marinos de los cuentos
una granada real a punto de volar

recuerdo que por suerte
César me retuvo del cabello
estaba emocionado
sin saber si tintinear o si envidiarme
de entero dedicado a mis pulmones
expirando inspirando y expirando
me miraba de adentro de sus ojos
como sólo una vez me mirará
en toda la vida de su vida
y a mi vientre que cambia de paisaje

y así
vino de mí
salió del fondo
nos bendijo de un golpe con su grito
se puso a beber sol como una fiera
de lana o amaranto

yo estaba enamorada y me reía
de loca de centella de rodillas
quería besar el sexo el vellocino
de César que lloraba
tomar a mi criatura
correr a derrocharla por las calles

qué llovizna de leche que cabalga
toda la luz del mundo en el pezón

*



*
Venus encinta

Pleamar
soy, curvatura:
Venus hermosa
saliendo de su baño
con los pechos en punta, negrísimas
sus flores compitiendo
en latitud
con la Pulpa preciosa
de su vientre
redondo como vela,
 repleto como el mundo.

Jude Nutter (Inglaterra)
Traducción de Gabriela Adelstein

Hermoso corto para este día de sol en el que te tengo a mi lado:



Abrázame, que la vida me pesa,
como si no fuera a morir nunca.

Carmen Jodra

sábado, 15 de octubre de 2011

La palabra sembrada

De vez en cuando un nudo en las cuerdas vocales
Restos de un misil en las entrañas de los ojos
Coserse las heridas con un hilo tristísimo.
Fijar la mirada en el retrovisor del pasado
y quedar con la boca mordida por un perro
con cicatrices donde nadie hubiera imaginado pozos.
Si pudiera dejarme sobre la mesa
como dejo una llave,
enterrarme en la tierra de las plantas.


Si pudiera llamarme Juan
pero hay demasiados Juan
Uno que pide limosna, otro que pone la mesa,
otro que va a la guerra a lustrarse las heridas
o apoya su oído en la pared para sentir la música.
Si pudiera bañarme con la ropa puesta.
Arrancar la sangre eficazmente edificada.
De vez en cuando vivo en este castillo de arena
me revuelco en las extremidades de los días,
o caigo con un solo hueso hundido
o calco tu mano deshecha en la mía.
Si pudiera levantar el error como levanto una piedra,
llevar la piedra y el error hasta el río,
aunque no hay río en el desierto, que nada ha leído
de la piedra y este error.
Abrirme por la espalda y rellenarme yo sola,
De pura loca ausente, de pura muerta perdida.
De vez en cuando la viga en el ojo.
Esto de quebrarse al ras como una uña al borde de la carne.
Esta es la culpa que todos miran y hablan de cerca
pero están lejos,
del otro lado del río y de lo trágico.
Si pudiera huir de a pedazos,
pero no soy una muñeca de trapo mordida por un perro
aunque sí me duelen las costuras con hilo tristísimo
y llevo la culpa que todos miran
aunque no pueda dejarla como dejo una llave.

Tampoco me llamo  Juan,
pero a gritos lustro las heridas de guerra
y llevo un misil,
donde nadie hubiera imaginado pozos.

Laura García del Castaño
(Córdoba, Argentina, 1979)
de La palabra sembrada, 2011


Horacio Ferrer y Astor Piazzolla (Tango)
Preludio para el año 3001

miércoles, 12 de octubre de 2011

de.lirio - una pequeña flor te espera, délire - une petite fleur t´attend

Quiero dormir a tu lado y hacerte las compras y cargarte las bolsas y decirte cuánto me gusta estar contigo [...]


Y quiero jugar a las escondidas y regalarte mi ropa y decirte cuánto me gustan tus zapatos y sentarme en el borde de la bañera mientras te bañas y hacerte masajes en el cuello y darte besos en los pies y llevarte de la mano e irme contigo a cenar y que no me importe que comas de mi plato y encontrarme contigo en el Rudy´s y hablar del día y escribir tus cartas y llevar tus cajas y reírme de tus paranoias y regalarte discos que nunca escucharás y ver películas buenísimas y ver películas malas y quejarme del programa de radio y hacerte fotos mientras duermes y levantarme para prepararte café con tostadas y pancitos y salir contigo a tomar un café al Florent en medio de la noche y dejar que me robes los cigarrillos y que nunca tengas fuego y contarte lo que vi en la tele la otra noche y acompañarte al oculista y no reírme de tus chistes y desearte por la mañana pero dejarte dormir un poco más y mientras darte besos en la espalda y acariciar tu piel y decirte cuánto me gusta tu pelo, tus ojos, tus labios, tu cuello, tu pecho, tu culo y sentarme a fumar en la escalera hasta que vuelva tu vecina y sentarme a fumar en la escalera hasta que vuelvas y preocuparme cuando te atrasas y asombrarme cuando te adelantas y regalarte girasoles e ir a tu fiesta y bailar hasta quedar negro y estar triste cuando me equivoque y feliz cuando me perdones y mirar tus fotos y desear haberte conocido desde siempre y sentir tu voz en mis oídos y sentir tu piel contra mi piel y tener mucho miedo cuando te enojes y se te ponga un ojo negro y otro azul y tu pelo hacia la izquierda y una cara de oriental y decirte estás preciosa y abrazarte cuando estés ansiosa y abrazarte más cuando sufras y desearte sólo con olerte y abusarme al tocarte y gemir cuando esté a tu lado y gemir cuando no esté a tu lado y babear sobre tu pecho y envolverte toda la noche y sentir frío cuando me quites la manta y sentir calor cuando no lo hagas y derretirme cuando sonrías y desintegrarme cuando rías y no entender y preguntarte por qué crees que te estoy rechazando cuando no te estoy rechazando y preguntarme cómo puedes pensar que yo sería capaz de rechazarte a ti y preguntarme quién eres , pero aceptarte igual y contarte acerca del ángel del niño del bosque encantado que voló sobre el océano porque te amaba y escribirte poemas y preguntarme por qué no me crees y tener un sentimiento tan profundo que no encuentra palabras y querer comprarte un gatito y sentir celos de él cuando reciba más atención que yo y retenerte en la cama cuando te tengas que ir y llorar como un bebé cuando finalmente te vayas y vaciar los ceniceros y comprarte regalos que no quieras y llevármelos otra vez y pedirte que te cases conmigo y que me digas que no otra vez, pero siempre fue en serio desde la primera vez y pensar que me estoy perdiendo a mí mismo y saber que contigo estoy a salvo y contarte de mí mismo lo peor e intentar darte lo mejor porque lo mereces y contestar tus preguntas cuando prefiera no hacerlo y decirte la verdad cuando en realidad no quiera e intentar ser honesto porque sé que lo prefieres y pensar que todo se acabó pero aferrarme allí durante diez minutos más hasta que me eches de tu vida y te olvides de quién soy e intentar acercarme a ti porque es hermoso aprender a conocerte y el esfuerzo vale la pena y hablarte mal en alemán y peor en hebreo y hacer el amor contigo a las tres de la madrugada y de alguna manera comunicarte ese amor abrumador, arrasador, incondicional, omnipresente y sempiterno que enriquece el corazón y libera la mente, ese amor eterno y presente que siento por ti.

Sarah Kane

de . lirio

Charles Aznavour
Reste



Reste et Dansons !

viernes, 7 de octubre de 2011

Entre la sombra y el alma

Nada hay Amor. Nada. Ni brazos emergiendo de los bosques con dedos inclinados. 



Nada Amor mío. Ya nadie recuesta el Alma sobre aquel árbol que se curva sobre Agua pura y abundante. Nada hay Amor. Los cuerpos buscan un espacio donde correr de una punta a otra sin acabar como hormigas nerviosas dentro de un vaso. 

Unos sonidos de tijeras anuncian la levedad. ¿Quiénes se aman? ¿Podemos sentir el roce de sus labios como el Ala de una avispa? ¿Cómo Amar sin sentirse frente a un espejo construyendo un rostro?

 
Nada Amor. Ni el ademán de leer las huellas de los rostros grabados en la almohada. Las manos pueden cerrarse y conservar un eco para luego liberarlo en un cuarto de baño. Todos somos ojos de una misma cabeza. Nada hay Amor. 

Puede verse con claridad, cuando intentas en mitad de la Noche, rehacer nuestros fantasmas famélicos y heridos. Suavemente el Cielo cambia sobre nuestras cabezas y nos hace danzar frenéticos sobre nuestros pies de toros y el decir: nada hay Amor, no sea nuestro desvalido apego en matar y devorar la presa.

Samuel Bossini 

Buika - Llegar a tí




Nada hay Amor. Nada. Ni brazos emergiendo de los bosques con dedos inclinados.

martes, 4 de octubre de 2011

Nuit plus douce que le jour

Amo la noche y su artificio
ausente la luz diurna
brillantes los faros
soliloquio de semáforos
que guiñan sus tres ojos
y parpadean en la inmensidad nocturna
negra como mar
Amo la noche y su artificio
la noche maquillada
la noche ebria de desconocidos
abrazados a los últimos árboles
como a viudas
suspendidas las certezas del día
suspendidas las rutinas de la vigilia


la noche feroz
de borrachos que pelean por un culo de botella
la noche de mujeres hombres
y de hombres mujeres
embriagados
en soñadora confusión original
confusión de óvulos y deseos
de espermatozoides y sueños imposibles

la noche feroz y sentimental
de emociones intensas y soledades íntimas
la noche argumental como una película antigua
la noche solitaria del gato huérfano
y sin abrigo

la noche que nos elevaba al paraíso
con los brazos en cruz
mientras te amaba
mientras me amabas
y la eternidad acariciaba nuestros cuerpos fundidos
pátina de belleza
derramada sobre la mejilla el libro
el espejo las voces
y la pequeña cicatriz de tu pie
invisible
para los amantes bruscos y desatentos

Amo la noche de los amores sacros
como el vino y el pan
como el cáliz y la hostia




La noche de los amores
que duran toda la vida
la vida de unas horas
la vida de un minuto

soñadores de artificios
que se destruyen
con la luz del día

cuando todo vuelve a la normalidad
es decir
al plástico y a facebook.

Cristina Peri Rossi

Brenna - Don´t explain

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